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“Hay que quebrar la vara de la violencia”: Este es el pedido de Mons. René Coba, Obispo Castrense de Ecuador, hecho a todo el pueblo ecuatoriano en estos momentos de convulsión política. A un mes de la visita papal, Mons. Coba aborda el tema político y urge a las y los fieles a una evangelización nueva, con un laicado poderosamente activo en la prédica de la Palabra de Dios. «La violencia nos golpea en todo lado». 

“La venida de Su Santidad es una gracia de Dios, pero también vino a pincharnos, a ponernos retos. Nos ha dejado una semilla a todos: a los estamentos sociales, al gobierno y a la Iglesia. Es hora de poner en actos todo lo que el Papa nos pide. Publicaremos más de 50 horas con sus palabras en América Latina para que lo leamos de nuevo y enfrentemos los retos que nos ha dejado.

«El primer reto es la evangelización. Tenemos un pueblo sacramentalizado pero que no asume a Jesucristo, Él aún no cautiva sus vidas. Acabo de bautizar, confirmar y dar la Primera Comunión a 300 conscriptis que han leído el evangelio y han quedado prendados de la Palabra de Dios. Ellos han asumido el Catecismo de la Iglesia como un texto iluminador”

“El resto… es hacer lío, como pide el Papa, sacar la fe a la calle, a la vida, mostrar y demostrar que somos cristianos. Más que dentro de la iglesia, hay que hacer lìo fuera de Ella: en el sindicato, en el trabajo, en la casa”.

Regresando al tema político, Mons. Coba nos expresa: “No podemos eludir el tema político, ahí es donde las papas queman. Los laicos deben tener cristiandad. A nosotros, como pastores, nos toca iluminar a un país que se va convulsionando en estos días, y no es decir que el Papa hizo un paréntesis, sino que ilumina nuestra situación. Somos un país rico pero necesitado, no solo en la inequidad económica, sino en la pobreza evangelizadora. Hay que tomar conciencia de lado y lado, con la nueva evangelización”.

“La visita del Papa a Cuba y EE.UU es una continuidad de lo que comenzó en Ecuador Francisco. El mensaje papal es a nivel mundial para la familia, para la educación civil, para las personas de vida consagrada. Hay que poner de lado y lado, desglosando los textos iluminadores del Papa para ponerlos en un texto evangelizador que nos ayude a comprendernos mejor”.

“A mí me impresionaron los gestos y la sencillez del Papa. A pesar del cansancio, él sonreía y se preocupa por el otro. Nadie es descartable, y debemos darnos gratuitamente, servir gratuitamente. El papel de la Iglesia en este dialogo nacional, experta que es en humanidad, es netamente pastoral. Todos estamos llamados a dialogar, a tener un  dialogo abierto, respetuoso con lo diverso. Que el llamado del gobierno al dialogo sea sincero, pero la contraparte también tiene que hacer lo mismo».

“Hago un llamado a la no violencia, a deponer las actitudes violentas, al no aprovechamiento político o partidista o electoral. Ojalá este diálogo sea con decencia, poder verse a la cara sin enfrentarse, sin creer que cada uno tiene la verdad total. Nuestro trabajo como Iglesia es no menospreciar a ninguna de las partes, escuchar sin juzgar, pedir que los argumentos no tengan la intención de convencer sino de crecer juntos, por el buen vivir, por todo el país. Pedimos una actitud respetuosa aún en las acciones de reclamo. Y no llegar nunca a enfrentar pueblo contra pueblo. Me preocupa la confrontación”.

“En las Fuerzas Armadas hay respeto a la democracia y a la Constitución. Son FF. AA. compuestas por personas cristianas, de fe, en donde hay espacio para evangelizar; Jesucristo está también en nuestras FF. AA.: hay más de 80 Capellanes en la institución castrense y hay apertura a otros credos, en forma respetuosa, y hay agentes de Pastoral en la Policía y en el Ejército nacional, y el trabajo que se adelanta es muy interesante”.

Refiriéndose a una fe revolucionaria, Mons. Coba os dice: “Si cristo no te cambia la vida, no has entendido qué es ser cristiano. El cristianismo es la mayor revolución porque nos hace entender la misericordia de Dios y sentir el amor de Él a través del hermano. Hay que evangelizar más, para que, conociendo a Cristo, cambien las vidas y las estructuras sociales.

«La conversión continua, rescatando lo positivo y reconociendo las fallas. Hay que cambiar las estructuras, pero también la mente y el corazón. Nos hemos acostumbrado a ser cristianos, y hemos perdido la capacidad de asombro y de conversión. El camino no es fácil, pero hay que intentarlo”.

«Su Santidad invita a luchar por la vida: la primera hermana herida, maltratada y pisoteada es  tierra. Tiene que haber una conversión y valorar la misericordia de Dios con nosotros. No poner la basura del corazón al lado de los otros. Ayudar a que la madre tierra se vuelva madre. Recordemos que Dios perdona siempre; nosotros, a veces. Pero la Naturaleza nunca».

«¿Qué le vamos a dejar a nuestros hijos? La superabundancia ha hecho a la gente indiferente y malgasta el dinero sin pensar en los otros. Hay lujos que son pecados que claman al cielo: zapatos de mil dólares porque no me puedo poner nada barato. Cultura del descarte y la moda.»

Necesitamos humildad; que ni el título ni el cargo te dé más estatus. Volvernos más pequeños, ser menos soberbios. Valoremos la tierra, el ecosistema y aprendamos a valorarnos a nosotros mismos, a nuestra familia, a nuestro hogar. Nadie la familia está descartado».

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  1. […] batatas queimam”, e fez um chamado aos leigos a demonstrarem uma atitude cristã. Em um diálogo com a Cáritas Equador, o prelado disse que aos bispos, como pastores, lhes corresponde “iluminar um país que se […]

  2. […] batatas queimam”, e fez um chamado aos leigos a demonstrarem uma atitude cristã. Em um diálogo com a Cáritas Equador, o prelado disse que aos bispos, como pastores, lhes corresponde “iluminar um país que se […]

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