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Hace más de 11 años, en la Parroquia de San Antonio de Padua, de la Diócesis de San Jacinto de Yaguachi y en cantón Milagro, el P. Eliécer Pérez, párroco de ese entonces, motivó a un grupo de fieles para que se preocuparan de ayudar a quienes menos tenían: lo llamaron “Voluntariado de Caridad”. Bajo la coordinación del Párroco, nombraron su junta directiva, con sus respectivas autoridades.

Hoy, el trabajo de esta Cáritas Parroquial es un ejemplo de servicio y apoyo a las personas menos favorecidas. Son las y los adultos mayores quienes más atención reciben de la Cáritas Parroquial. Para conseguir fondos solidarios, el grupo voluntario organiza una venta de ropa usada, venta de alimentos preparados y tours; en la Navidad, el agasajo se extiende a personas con capacidades especiales, enfermos y gente mayor que ha sido abandonada por sus familiares.

El primer Presidente de esta Cáritas Parroquial fue el Lcdo. Luis Andrade quien, desde el 2004, dio impulso al trabajo del voluntariado de Milagro. La señora Isabel Vivanco, en calidad de voluntaria, se convirtió en la instructora para los cursos de tejido en crochet y a palillos; las prendas y artículos elaborados con estas técnicas ayudan al financiamiento de las obras de caridad que lleva adelante la Cáritas Parroquial.

Con el fin de ampliar la cobertura en salud, la Cáritas Parroquial hizo un convenio con el Ministerio de Salud Pública, para recibir cursos de Primeros Auxilios. Terminados estos cursos, siguió un período de intensa capacitación. Precisamente esta Parroquia fue sede de los talleres de capacitación a agentes de pastoral y voluntarios que promovió EDIFICA. Esta capacitación tiene como objetivo fortalecer una Red de Voluntariado que se extiende por todo el Ecuador, dedicada a brindar apoyo espiritual, social y material, privilegiando siempre a las y los menos favorecidos. Estos talleres de EDIFICA también generan un intercambio de experiencias que enriquece mucho a quienes trabajan en nuestro voluntariado.

El actual Párroco es el P. Bernardo  Ruiz, quien nos cuenta cómo marcha la labor de este entusiasta grupo de voluntarias y voluntarios: “El trabajo social se desarrolla mes a mes, gracias a la formación recibida, pudiendo así seguir a Jesús y cumplir las palabras del Evangelio. El apoyo que recibimos de Ángel, Marcos y otras personas de buen corazón nos permite ayudar más, ampliar nuestros espacios, tener una mayor cobertura y darles algo de amor a quienes nada tienen”.

Una labor de siembra constante se lleva a cabo en San Antonio: “Las y los voluntarios visitan constantemente escuelas y colegios del Cantón con el fin de promover la caridad cristiana entre la niñez y la juventud. Debemos pensar en formar generaciones caritativas, que vean en el pobre el rostro de Jesús. Queremos brindar un servicio afectivo y efectivo, que alivie la pobreza, el dolor y la soledad”.

Desde Cáritas Comunicación felicitamos a esta activa Parroquia, a su coordinador, a su mesa directiva y a todas y cada una de las personas que, voluntariamente, prestan su colaboración para dar a los marginados algo de alivio a su pobreza. La misericordia se hace solidaria y el corazón generoso se encarga de paliar la injusticia social. Amigas y amigos de San Antonio de Padua, gracias por compartir con nosotras/os su rica experiencia de servicio, y los esperamos gustosos en la próxima edición del concurso de Cáritas Parroquiales 2016

CategoryIglesia
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