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La tragedia que acaba de vivir el Ecuador, debe convertirse en una “tragedia de esperanza, de amor y de misericordia, así lo manifiesta el sacerdote Paulino Néstor Iván Bedoya, quién vive en el Ecuador cerca de 12 años y que tuvo la oportunidad de vivir 5 de ellos en la provincia de Manabí, donde fue director de Radio Católica Manabí. Con él mantuvimos una entrevista en radio Católica Nacional, en el programa de la Casa Grande.

 “Estuve viviendo en Manabí 5 años, trabajando en la Radio Católica Manabí cuando tenía también pues digamos su sede propia tenía un trabajo más autónomo propio para Manabí que se inició con monseñor José Mario Ruíz con la radio católica allí y después se continuó con el actual Arzobispo de Portoviejo Mos. Lorenzo Voltolini, estuvimos ahí trabajando juntos”.

“Para los que vivimos en Manabí para los que trabajamos en la iglesia manabita, es un dolor muy grande, y yo pienso que los que estuvimos y tuvimos la gracia de estar ahí compartiendo con la gente sabemos el dolor de este pueblo por esta tragedia tan grande”.

“Pero a la vez también hay una gran esperanza, y con las personas amigas y amigos que deje en Manabí, los he llamado y hablado  a lo largo de esta semana con ellas y ellos, a mí me fortalece porque escuchar a manabitas, amigos míos que me expresan: perdí la casa, se me vino todo abajo, pero tengo lo más importante: es que mi Dios me presto la vida,   le presto la vida a mi mujer a mis hijos estamos vivos y eso es lo más importante y vamos a salir adelante”.

“Esa fuerza manabita del hombre y de la mujer manaba que es una mujer muy impulsadora muy echada pa delante en nuestra tierra, no hay duda que con esas palabras y con ese espíritu y con esa esperanza este pueblo se pone en pie, no hay duda”.

“Lo que tenemos que hacer nosotros trabajando en la iglesia y todos los demás de las demás provincias del Ecuador es fortalecer, a que ese ánimo y ese espíritu propio del manaba no se decaiga y ese es el compromiso del Ecuador apoya, motivar con hechos muy concretos el espíritu manabita”.

“Lo más difícil puede comenzar ya dentro de unos meses no sé si en unas semanas, cuando ya pase todo este boom, este calor de esta euforia de lo que sucedió y nos olvidemos que los manabitas las personas que se vieron afectadas en la provincia de Esmeraldas pues ya se nos olvide”.

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“Yo pienso que eso sí sería una falta por decir nosotros los sacerdotes un pecado grave en nuestra iglesia olvidarnos que el otro existe en este año santo, en este año jubilar que está dedicado a la misericordia y me perdonan una  expresión no sé si ustedes amigos oyentes amigos de esta radio, Myriam y  Alfonso pero bienvenido 2016 para el Ecuador  porque esto nos obliga a todos a vivir el año de la misericordia,  no hay disculpa para ningún ecuatoriano que diga no pude cumplir el año jubilar, el año santo”.

“El año jubilar se va a cumplir y se va a ganar el año santo comprometiéndonos con el apoyo así sea moral espiritual sino lo podemos materialmente con los manabitas con los de esmeraldas y apoyando incondicionalmente esta fuerza, ahí nos ganaremos el año jubilar y ahí podríamos decir que la voz del papa Francisco al invitarnos a vivir el año de la misericordia, es que obligatoriamente lo tenemos que hacer como pueblo creyente, sino lo hacemos será una farsa. Pero tenemos razones abundantes para decir que iniciamos a vivir el año de la misericordia con esta esta tragedia que se tiene que convertir en una tragedia de esperanza, de amor y de misericordia y que podamos decir que nos ganamos el año jubilar”.

“El año jubilar no se gana con un padre nuestro y tres aves marías, el año jubilar, el año santo no se gana con la visita a un santuario solamente, el año santo para el pueblo ecuatoriano se gana con ese compromiso humano y espiritual con personas muy concretas que necesita una voz de aliento un apoyo espiritual, moral y económico por supuesto para resurgir, porque todos sabemos muy bien y yo también viví una tragedia en mi pueblo  que fue de un tamaño mayor, la tragedia de Armenia sumaban casi 2000 muertos un 25 de enero de 1999 un terremoto que azoto fuertemente  el eje cafetero del corazón de Colombia y fue muy difícil y allí la fuerza espiritual y el valor de esta gente hoy se cuenta otra realidad, salieron adelante”.

“Queridos manabitas que los llevo en el corazón y esmeraldeños les digo que hay pueblos que han vivido tragedias peores y salieron adelante ustedes pueden salir adelante con la gracia de Dios, no se vayan echar para atrás no se vayan a deprimir sino ponernos en pie, han habido tragedias perores y ha habido problemas mayores en los pueblos que hoy están en pie ustedes no puede ser los de menos”.

Imágen: El Universal.com.co

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