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La presencia de religiosas, voluntarios, sacerdotes y profesionales de la salud, jugaron un papel importante durante los días difíciles que le tocó vivir al país luego del  16 de abril, cada uno de ellas y ellos fueron en ayuda de las personas que enfrentaron esta dolorosa situación de perder a sus seres queridos y quedarse sin un techo que les cobije.

Conversamos con Alicia Monserrat Villegas, catequista de la parroquia Santa Bárbara en Río Chico, quien detalla sobre su labor con la comunidad, antes y después del terremoto que afectó a las provincias de Manabí y Esmeraldas.

 “Nuestra labor empezó 5 días antes del terremoto porque lamentablemente tuvimos una inundación la cual afecto casi todos los bajos de  nuestra parroquia donde las familias se vieron afectadas,  perdieron todo colchones, utensilios de hogar y algunas familias estaban albergadas en escuelas y donde familiares..

Lamentablemente las casas habían quedado con agua siquiera más arriba de la rodilla y el día del terremoto esas casas que estaban inundadas, la mayoría se cayeron, se destruyeron.

Acá en la parroquia Santa Bárbara de Río Chico, las familias que perdieron sus casas son aproximadamente 500, éstas quedaron destruidas y cuarteadas, así mismo tenemos una persona fallecida y decenas de heridos quienes sufrieron fracturas de frente y brazos.

Alicia Villegas, va detallando paso a paso la labor que la Iglesia estaba desarrollando en la parroquia antes del terremoto. “Cinco día antes del terremoto con ayuda de Cáritas habíamos estado levantando información para ahí ayudar  a estas personas que perdieron sus casas por las inundaciones por que según teníamos un proyecto, pero después del terremoto los planes cambiaron, la ayuda ya no era solo para las personas inundadas sino también para las personas que de la noche a la mañana lo perdieron todo.

Entonces comenzamos hacer un seguimiento y primeramente darle acogida, brindarle  socorro y ayudarle a buscar entre los parientes albergue, porque lamentablemente aquí en la parroquia no tenemos suficiente amplitud para albergar a tantas personas. Ahora mismo solo tenemos un albergue en el sector de los Ébanitos en San Francisco que es una cancha amplia.

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Hemos estado ayudando en el centro de acopio porque pedían voluntarios, y a más de ser catequista, soy parte de Cáritas y me toco con el grupo de paz ir ayudar y llevar jóvenes. Una labor gratificante para nosotros porque  sabíamos que a través de esa ayuda humanitaria que nosotros dábamos se nos tomaba en cuenta en la parroquia y así podíamos repartir raciones alimenticias a las familias.

Ahora en la parroquia se ve más unión estamos fomentando esa unidad y colaboración y esperamos seguir así mantenernos unidos y sobretodo la tranquilidad porque se dice que es algo que no va a calmar de la noche a la mañana, entonces contamos con la ayuda de Dios y de Cáritas, ahora que nos dicen que van ayudar en la reconstrucción de pequeñas viviendas, tenemos mucha esperanza, pues la labor ahora de nosotros los catequistas  es la de visitar los hogares y las comunidades”.

 

  1. Gracias porla labor desarrollada en bien de la poblacion abandonada.

    💘

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