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En el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Portoviejo, este 30 de octubre de 2019, se realizó la segunda incorporación y posesión de 57 jueces de Paz, en el marco del Proyecto: «FASE II Paso de la emergencia por el terremoto al desarrollo humano integral y solidario: Fortalecimiento de capacidades organizativas, sociales, productivas, económicas y políticas de las familias en las provincias de Manabí y Esmeraldas que fueron afectadas por el terremoto del 2016, en el marco del Desarrollo Humano Integral y Solidario».

El grupo de jueces de paz previo a su posesión recibieron capacitación y podrán ejercer actividades en resolución de conflictos comunitarios, actos contravencionales que no implique privación de libertad y obligaciones patrimoniales no mayores a 5 salarios básicos unificados, entre otros, esto gracias al Convenio Interinstitucional entre la Arquidiócesis de Portoviejo y el Consejo de la Judicatura.

Monseñor Eduardo Castillo, Arzobispo de Manabí, en sus palabras de bienvenida resalto que la paz es fruto de la justicia y no hay justicia sin la verdad. Estos tres elementos están profundamente relacionados, añadió que la verdad sobre la persona nace de la relación con los demás, el ser humano se desarrolla, es decir madura, cuando crece en relación, la persona está hecha para la relación. La persona humana tiene la capacidad de relacionarse, el ser humano es apertura hacia los demás, de ahí nace y se fundamenta la justicia. La justicia, no es dar lo que corresponde, es más profundo es dar, tener relaciones humanas con los demás. La justicia es dar y recuperar las relaciones correctas entre todos. Lo justo es servir y trabajar por los demás. La paz viene de esas relaciones. Las relaciones justas cultivan la persona y son relaciones de confianza, benevolencia y gratuidad. La capacidad de producir estas relaciones es la CULTURA DE PAZ.

El Director Provincial del Consejo de la Judicatura de Manabí, abogado José Verdi Cevallos señaló en su intervención que en un modelo de estado de derecho y de justicia la función judicial tiene como objetivo la administración de justicia, pero uno de los principios es el acceso gratuito y oportuno a la administración de justicia. Para las parroquias rurales el acceso a la justicia es nulo o complicado para poder acceder a la unidad más cercana. Los jueces de paz, hacen posible el acceso a la administración de justicia y construyen el vínculo con el Consejo de la Judicatura.

Reina Barahona, Coordinadora del proyecto FASE II, manifiesta que es gratificante ver cómo la mujer va participando en todos los espacios y sobre todo a la mujer pobre que está adentro y que nadie la conoce. Agradece a sus nuevos aliados en la construcción de una CULTURA DE PAZ, a Pastoral Social Cáritas Ecuador y a las autoridades provinciales. Queremos seguir trabajando en el Desarrollo Humano Integral y Solidario cuyos pilares son el bien común, la solidaridad y la construcción de la dignidad. Tenemos que seguir confiando en las mujeres.

Queremos comprometer a las autoridades a un compromiso serio y firme. Trabajaremos en la confianza mutua, que las comunidades confíen en sus autoridades y que las autoridades confíen en las comunidades. Las mujeres somos signos de esperanza y haremos los cambios sociales más significativos en el mundo. Recordemos que este día no es el juramento y posesión de los jueces de paz, sino, el compromiso serio de los jueces de paz, estar juntos en un solo caminar. Confiemos en nuestro Dios de la vida, que nos ayuda a salir adelante.

Finalmente es importante informar que el proceso de Cultura de Paz que se encuentra en plena ejecución es gracias a un proceso integral que desde la Pastoral Social Cáritas Ecuador lleva a cabo en coordinación con el equipo de la Arquidiócesis de Portoviejo para el fortalecimiento y consolidación de las organizaciones y familias hacia un verdadero desarrollo social.

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