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José Luis Caravias tiene 80 años, y se siente más rebelde que nunca; parte de esta rebeldía consiste en no gustarle que le digan padre, aunque tiene más de 30 hijos, y el penúltimo de ellos se llama “Dios en mi vida, 60 años de jesuita”, editado en el 2013. Estuvo con nosotros a fines del año pasado, para dictar un taller sobre el Apocalipsis y aprovechamos para hablar sobre Dios en su vida. Según él mismo –léase autobiografía mínima, fiel a su inmensa modestia–, nació en 1935, en Alcalá la Real, Jaen, España. Ingresó a la Compañía de Jesús a los 18 años, llegando a Paraguay  en 1961.

“Casi toda mi vida la he dedicado al campesinado. He compartido muchos cursos en Latinoamérica, siempre enfocando la Biblia desde la perspectiva del Pueblo, y he escrito para ellos bastantes libros y artículos. Me siento madre de mis libros. Cada uno de ellos tiene un procerso distinto de gestación. Varios tuvieron un parto dificil. Y algunos fue difícil bautizarlos por la Iglesia”.

“A partir de una experiencia inicial de sacerdote-campesino, las nacientes Ligas Agrarias del Paraguay me nombraron su asesor nacional. Del compartir sus cursos y sus luchas nació “Vivir como Hermanos”, que unos meses después de nacer me mereció una violenta expulsión del Paraguay, el 5 de mayo de 1972. Es mi hijo más viajero y el que más idiomas habla».

«Casi por tres años tuve un nuevo compromiso con las Ligas Agrarias del noreste argentino. En el fondo del Chaco  ayudé a fundar un sindicato de hacheros. En un pueblito llamado Avia Terái, con un calor terrible, sacudido por fuertes crisis, nacieron tres hermosos hijos: “Dios es bueno”, “Cristo nuestra esperanza” y “Consagrados a Cristo en los pobres”. A ninguno de ellos logré “bautizarlo” en Argentina. No sabía cuál persecución era peor, la del Gobierno o la de la Jerarquía… Se me comunicó oficialmente que la “Triple A” había decretado mi muerte, y tuve que escapar…”

La represión que ha tenido que enfrentar en América Latina lo han hecho más rebelde. Cree que las dictaduras militares ya no tienen cabida en nuestra región, pues ya hemos escarmentado bastante. Pero ahora hay una dictaruda más fuerte: la dictadura del consumismol, la dictadura de la imagen, la de los medios de comunicación, la de una manera de pensar USA, mucho más fuerte y peligrosa, con mejor cara. El capitalismo ha cambiado, y ahora nos domina un monstruo amable y lindo, bien pintado y maquillado.

Hoy, José Luis lucha contra esta nueva dictadura, la del consumismo. Es una dictadura que no encarcela ni tortura, pero domina e impone su mandato: “Úselo y tírelo”, como dice Eduardo Galeano. Detrás de los mensajes de los medios de comunicación, está el producto, la imagen, lo que debemos comprar, usar, adquirir, mostrar y desechar una vez lo hayamos conseguido.

Sin embargo, el P. Caravias es optimista, ya que el cristianismo está en pañales. Él tiene la esperanza de un nuevo ser humano, que más que sapiens sapíens, es amoroso, a imagen y semejanza de Dios.

Escucha aquí el segmento de la entrevista al P. Caravias dedicado a la nueva dictadura del consumo.

CategoryEditorial
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