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El 5 de diciembre de cada año se celebra el Día Internacional de los Voluntarios para reconocer y promover la incansable labor de los voluntarios y voluntarias en todo el mundo. Esta fecha la instituyó la Asamblea General de las Naciones Unidas, para celebrar sus logros y valores.

Segú el programa de los Voluntarios de las Naciones Unidas, la celebración de este 2023 reconoce el poder de la acción colectiva: si todos hiciéramos… En el mundo existen más de 840 millones de personas voluntarias que participan de la acción humanitaria local por el bien mundial.

Desde varios espacios, los voluntarios y voluntarias alrededor del mundo están inmersos en diversas acciones humanitarias, en hospitales, conflictos bélicos, también se encuentran en organizaciones sociales donde entregan su tiempo al servicio de la comunidad.

Es así que, varias organizaciones del mundo se unen a esta celebración del Día Internacional de los Voluntarios. En ese sentido Cáritas Española agradece su papel callado y poco visible que hace posible mantener encendida la frágil llama de la esperanza en muchos hogares heridos por la exclusión social o la pobreza. Cáritas Española cuenta en la actualidad con 72.447 personas voluntarias. De ese total, dos de cada tres son mujeres y la mitad tienen entre 45 y 64 años.

Estar cerca, acompañar, cuidar, son señas de identidad del voluntariado de Cáritas. No se trata solo de hacer, sino también de estar, de escuchar, menciona Luis Graus, responsable del Voluntariado en Cáritas Española. Las personas voluntarias son sin duda el corazón de Cáritas.

Los investigadores del I Estudio de Voluntariado Comunitario en Venezuela, en el que participaron 2.500 personas de 23 Estados del país, pertenecientes a Cáritas Venezuela, revela  que: “El voluntariado y las diferentes expresiones de solidaridad que han surgido en el país, han dado respuestas concretas, desde el aporte individual a lo colectivo, para sostener la vida, construir nuevas capacidades y aprendizajes a nivel comunitario, así como reconstruir un sentido de unión, propósito común y de fraternidad, que durante muchos años fueron afectados  por la conflictividad política y violencia social”.

La práctica del voluntariado se intensificó para responder a las necesidades urgentes que se extendieron en los últimos años en Venezuela. 92% de los participantes en la investigación declaran tener una experiencia de voluntariado reciente, en rangos de permanencia en grupos de voluntariado de la organización estudiada que va de 6 meses hasta 5 años. Más del 70% de los participantes declaran que el aporte social del voluntariado en la solución de problemas prioritarios de su comunidad es alto.

“La experiencia del voluntariado comunitario estudiada tiene mayoritariamente una participación femenina, localizada en regiones del interior del país y con un alto nivel de educación. El 80% de los participantes en los grupos de voluntariado son mujeres y 20% hombres. El 67% con preparación universitaria y el 32% con preparación media, básica y en oficios. El 65% declara vivir en ciudades del interior del país, 31,19% en pueblos y caseríos y 3% en caseríos y comunidades indígenas.”

Desde Cáritas Ecuador también nos sumamos a esta celebración, y queremos agradecer a cada una/o de los voluntarios/as que entregan su tiempo en los diferentes espacios y programas de las parroquias, arquidiócesis, diócesis y vicariatos por acompañar y servir a los demás. En Ecuador hay 600 grupos de Cáritas Parroquiales, donde calculamos existen más de 4.000 voluntarios/as.

Nuestros voluntarios se dedican principalmente a atender las necesidades más urgentes de su parroquia, es así que se dedican a los roperos, a preparar alimentos, atender a los adultos mayores, apoyar en la educación a los niños, niñas y adolescentes, a visitar a los enfermos, a los privados de libertad, y en tiempos de emergencias es en donde más se siente su presencia llevando esperanza a los que sufren.

Estos son algunos rasgos de la identidad de los voluntarios/as:

  1. El voluntariado necesita descubrir la complejidad de los procesos sociales. Una idea simple es una idea simplificada. Saber estar en una sociedad compleja disponiendo de una buena información, es una cualidad esencial del voluntariado.
  2. El voluntariado tiene sentido, cuando se realiza desde la búsqueda permanente de que cada persona sea protagonista de su vida. Todos los gestos de servicio merecen la pena, si son pasos en la remoción de las causas de la marginalidad y del sufrimiento innecesario.
  3. La acción voluntaria sólo tiene calidad ética, cuando es la opción libre de personas con una triple aspiración: la estima y el reconocimiento de sí mismo, la solidaridad con los demás y el compromiso por una sociedad justa.
  4. El voluntariado es una presencia que reclama los compromisos y responsabilidades del Estado, no es una coartada para desmantelarlos. Si su presencia es, en algún momento, un pretexto para que el poder público se retire o reduzca sus esfuerzos, el voluntariado ha entrado en zona de peligro.
  5. La acción voluntaria es como una orquesta: lo importante es que suene bien; importa poco si la flauta es de madera o de metal, si es de éste o de aquél. A la orquesta debemos exigirle coordinación, coherencia y concentración de esfuerzos. Cada voluntario es un «jugador de equipo», y juega en su propio lugar colaborando con el resto en función del partido.
  6. La acción voluntaria ha de tener competencia humana y calidad técnica. Solo con el amor y con la buena voluntad no basta; si por ignorancia o por incompetencia, hiciéramos sufrir a una persona frágil, aunque fuera con la mejor intención, solo lograríamos aumentar su impotencia y su marginalidad.
  7. El voluntariado debiera llegar a ser una propuesta para todos y no solo para quienes les sobra el tiempo. Más bien responde al ejercicio de ciudadanía, que se responsabiliza de los asuntos que afectan a toda la sociedad.
  8. El voluntario y el profesional de la acción social realizan su tarea de manera complementaria, enriqueciéndose y apoyándose mutuamente.
  9. El voluntariado necesita hoy disciplinar su acción con un programa, unos objetivos, un método, unos plazos, una dedicación seria y competente, una evaluación; y por eso implica un compromiso estable, con programación, fidelidad a los objetivos y procesos, permanencia en lo concreto.
  10. La acción voluntaria requiere reciprocidad: no se orienta simplemente a la asistencia de la otra persona, sino al crecimiento de ambas, aun cuando sean diferentes sus contribuciones. La estima de la otra persona no solo exige la acogida, sino que espera una respuesta análoga: «todos somos sanadores heridos».

La cultura de la solidaridad y de la gratuidad califica al voluntariado y contribuye concretamente a la construcción de una sociedad fraterna, en cuyo centro se encuentra la persona humana. (…), esta cultura arraiga profundamente en las fuertes raíces cristianas, es decir, el amor a Dios y el amor al prójimo. Jesús, en el Evangelio, nos invita a amar a Dios con todo nuestro corazón y al prójimo como a nosotros mismos (cf. Mc 12, 29). El amor de Dios es el que siempre nos hace reconocer en el otro al prójimo, al hermano o hermana que amar. Y esto requiere un compromiso personal y voluntario, para el cual, ciertamente, las instituciones públicas pueden y deben crear condiciones generales favorables. Gracias a esta “savia” evangélica, la ayuda mantiene su dimensión humana y no se despersonaliza. Precisamente por eso, vosotros, los voluntarios no lleváis a cabo una labor de suplencia en la red social, sino que contribuís a dar un rostro humano y cristiano a nuestra sociedad.

El servicio de voluntariado solidario es una opción que nos hace libres y abiertos a las necesidades del otro; a las demandas de la justicia, a la defensa de la vida, a la salvaguardia de la creación, con una atención tierna y especial para los enfermos y, sobre todo, para los ancianos, que son un tesoro de sabiduría.

Os animo a continuar vuestra misión con pasión, buscando todas las formas posibles y constructivas para despertar en la opinión pública la necesidad de trabajar por el bien común, en apoyo de los débiles y los pobres. Hoy hay una gran necesidad de testimonios de bondad, de ternura y de amor gratuito. Se necesitan personas perseverantes, que hagan frente a las dificultades con un espíritu de unidad y pongan siempre en la base de todo su objetivo final, es decir, el servicio a los demás. Haciendo así, seguiréis siendo (…) un punto de referencia y un ejemplo. (desde el DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO AL CENTRO DE SERVICIO PARA EL VOLUNTARIADO «CERDEÑA SOLIDARIA», 30 de noviembre de 2018)

“El Voluntariado nace de una actitud de servicio que vos la podes ejercer dejando pasar una persona primero, o haciendo un favor al vecino, esos son los pequeños gestos de cada día, actos de amor y caridad, hasta una dedicación regulada, acotada, en medio de una organización eclesial”. Papa Francisco

En este día queremos hacer un agradecimiento a cada uno de los voluntarios de Cáritas, quienes dedican su tiempo y entregan todo su amor a quienes más necesitan. Sin ellas y ellos no existiría la obra social de la Iglesia. 

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