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Tras tres décadas de lucha y resistencia frente a la explotación minera, las comunidades de Intag triunfan

Desde que las compañías mineras intentaron operar en el valle de Intag, que está ubicada en la provincia de Imbabura, las comunidades han salido siempre en defensa de su territorio, su lucha y resistencia la iniciaron hace treinta años, en contra el proyecto minero Llurimagua, a cargo de la empresa Estatal Nacional Minera del Ecuador, (ENAMI EP), y la compañía chilena CODELCO, para la explotación de cobre y molibdeno.

El portal Mongabay, destaca que el valle de Intag, se asienta en la cuenca del río Intag y parte del río Guayllabamba. Con siete parroquias y más de 100 comunidades, Intag limita con la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas -la mayor reserva protegida del occidente ecuatoriano- y abarca cerca de 60.000 hectáreas de bosques primarios conservados, entre bosques protegidos y reservas comunitarias, donde una de las más importantes es la Reserva Comunitaria de Junín.

Es así que el pasado 29 de marzo de 2023, la Corte Provincial de Imbabura, finalmente les dio la razón a las comunidades del valle de Intag y falló en contra del proyecto minero Llurimagua, revocando la licencia ambiental y ordenando un cese total a toda actividad minera. La sentencia se basó en que el Estado no consultó debidamente con las comunidades y porque el proyecto violó derechos constitucionales de la Naturaleza.

Para celebrar el fallo, se realizó una eucaristía comunitaria, con los habitantes y líderes de las comunidades del valle de Intag, así como con dirigentes y defensores del medio ambiente, quienes han acompañado la lucha y resistencia. Monseñor Geovanni Paz Hurtado, obispo de la Diócesis de Latacunga, ofició la ceremonia religiosa, quien recordó momentos de acompañamiento cuando se desempeñaba como párroco de García Moreno y defendía a la zona de la contaminación, animaba a la población a amar, “lo que Dios ha puesto en sus manos, cuidar la vida, a buscar formas de salir adelante sin la minería, porque mata”.

En la eucaristía estuvo presente, Carlos Zorrilla, líder, defensor y promotor de vida, quien mencionó que junto a monseñor Giovanni Paz y otros defensores, crearon el colectivo, Defensa y Conservación Ecológica de Intag, (DECOIN). Zorilla, destacó que desde los “años 90 han luchado contra varias empresas transnacionales que trataron de desarrollar la minería en la Cordillera de Toisán en Cotacachi, en la zona de Intag, uno de los rincones más biodiversos del Ecuador, y del mundo”.

Al referirse a la empresa chilena CODELCO, Carlos Zorrilla, explicó que ha seguido el modelo del resto de las multinacionales: “vender”, su proyecto a las comunidades y grupos de interés con un discurso de generación de empleo, minería sostenible, política de puertas abiertas, aporte a la economía nacional y local, así como la protección del medio ambiente.

Cuando empezó la lucha, para defender el valle de Intag, “en ese momento era David VS Goliat, se vivieron grandes dificultades y amenazas, divisiones de la comunidad y falta de iniciativas políticas, se heredó una lucha”, enfatizó Javier Ramírez, reconocido activista ambiental que fue detenido en 2014. Es hijo de personas que han estado en la resistencia defendiendo la zona de Intag, su madre fue parte de la resistencia desde el inicio y su padre fue asesinado debido a su fuerte oposición minera.

Durante el compartir con la comunidad del valle de Intag, se insistió, que “desde los bosques y ríos de Intag, los comuneros de este valle siguen luchando por proteger su territorio. Perdemos nuestra humanidad, sino lo hacemos, por eso no nos rendimos. Tenemos la ética de nuestro lado para seguir luchando”, aseguro Carlos Zorilla.

El pasado 4 de mayo de 2023, se realizó la eucaristía comunitaria que contó con la presencia de varios invitados que defienden la Casa Común, acompañó el área de ecoteología de Cáritas Ecuador, participó Elizabeth Coca, coordinadora, Carlos Tubay, promotor de la Red Eclesial Panamazónica, (Repam), Ecuador, el P. Luis Arias, párroco de Pujilí, y Pedro Sánchez, representante de Iglesias y Minería.

Para Elizabeth Coca, la experiencia de la comunidad de Intag, “es un modelo que anima, impulsa y fortalece la lucha de otros pueblos de Ecuador que se enfrentan día a día contra el monstruo grande que pisa fuerte. Felicitamos a todos los cuidadores de la Casa Común de Intag, por su compromiso y decisión de lucha permanente, los animamos a ser parte de esta comunidad de cuidado. Que, en la Amazonía, en la costa y en los páramos defendamos y seamos custodios de la creación de Dios. La lucha del pueblo de Intag, radica en tres ejes fundamentales: Educación ambiental en escuelas y colegios, incidencia socio política y alternativas de vida frente al extractivismo”.

“Durante casi 30 años, las comunidades locales del Valle de Intag se han opuesto a las compañías mineras que quieren destruir las tierras que les dan sustento”.

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