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Desde Lago Agrio, capital de la provincia de Sucumbíos, conversamos con Selene Terán, quien coordina las labores pastorales en esta Diócesis. Selene lleva seis años trabajando en varios proyectos, especialmente con Misreor, un benéfico Convenio con la Iglesia Católica de Alemania. Selene nos cuenta cómo marcha ese ir a la periferia en el que tanto empeño pone hoy la acción pastoral de nuestra Iglesia. 

Antes de iniciar el diálogo con Selene, es importante recordar que Sucumbíos es una provincia joven (fue creada el 13 de febrero de 1989), provee al país de gran cantidad de petróleo, y limita con Colombia y Perú. Estas características generan problemas ambientales serios y  una movilidad humana intensa, factores que inciden fuertemente en la vida social, política y cultural de la zona.

Selene nos habla del Convenio Misreor: “Este proyecto tiene varios objetivos. En primer lugar, trabajamos en el fortalecimiento del tejido social, con el fin de que las familias beneficiadas por el Proyecto sean artífices de su propio desarrollo humano».

«Otro componente del Proyecto es apoyar la producción familiar, desde un enfoque agroecológico. Hemos logrado erradicar los abonos y controles de plaga químicos y contaminantes, sustituyéndolos por abonos y pesticidas naturales. En este sentido, damos capacitación, fomentamos la cría de pollos, peces y cerdos, entregamos semillas y tenemos como regla principal el proteger el medio ambiente”.

“Por varios años –más de 15–, este Convenio ha beneficiado directa e indirectamente a muchas familias, nacionales y extranjeras, que residen en nuestra provincia. Actualmente trabajamos con más de diez organizaciones comunitarias. La más numerosa de ellas es la comunidad colombiana. Aquí se une el Convenio Misreor con el trabajo de Movilidad Humana: les brindamos a las y los colombianos los primeros auxilios al llegar, les damos acogida y continuamos brindándoles asesoría jurídica y psicológica; también nos hacemos presentes en ayuda alimentaria a quienes recién pasan la frontera”.

“Hemos incidido en la trata de personas, que ha mermado gracias al interés que ha puesto ahora el gobierno para controlar este delito. En Movilidad Humana trabajamos el compañero Richard Ullauri, algunas personas voluntarias y yo. El ingreso de personas de Colombia continúa, pues el conflicto armado no da tregua. En la lucha contra la trata de personas ha sido muy valioso el apoyo que nos ha dado la Federación de Mujeres de Lago Agrio”.

Selene nos cuenta que las Cáritas Parroquiales están bajo la responsabilidad de Kelly Jordán. Las Cáritas Parroquiales han ganado fuerza gracias al apoyo de Kelly y dos compañeros más, logrando  buenos resultados en el cantón Lago Agrio y en la zona fronteriza, en las riberas del río Aguarico. Ayudan a la población más vulnerable con alimentos y ropa.

“Es en esta zona periférica y abandonada por el Estado en donde el Hno. José María ha logrado conseguir ayuda para más de 42 escuelas ribereñas: ya hay ponchos para guarecerse de la lluvia y chalecos salvavidas para transitar por el río sin peligro. También hemos conseguido becas para docentes, les damos capacitación y evangelizamos con alegría”.

Selene agradece el apoyo brindado por Mons.  Celmo Lazaris, quien tiene la convicción de que la acción pastoral en la periferia es tomar a pie de letra el pedido papal. El Obispo también quiere dar más impulso a las Cáritas Parroquiales, que recién inician su labor, con mística y deseos de servir a quienes han sido marginados.

Nuestra charla con Selene finaliza con una alegre noticia: desde Sucumbíos viajará a Quito una nutrida delegación que ya se prepara para su encuentro con el papa Francisco. Vendrán dos buses llenos de fieles que quieren renovar su fe, llenarse de espiritualidad, orar y tomar fuerzas para continuar el trabajo periférico que Su Santidad ha pedido a la Iglesia: en Sucumbíos se trabaja en la periferia, y la Iglesia de Sucumbíos es una Iglesia en salida.

Selene, gracias por tenernos informados sobre la acción de ustedes en la provincia oriental. Que la tarea siga sin descanso, animada por la fe y la acción en pro de los olvidados. La periferia necesita del trabajo de Cáritas.

Foto: sucumbiosecuadorpazyverdad.blogspot.com

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