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El conflicto armado –llámese guerra civil– se inicia en Colombia en el año de 1947. Menos de un año después, fue asesinado el candidato liberar Jorge Eliécer Gaitán (9 de abril de 1948) quien, con toda seguridad, iba a ser el próximo presidente de la nación. La guerra comenzó entre conservadores y liberales, y se expandió por todo el país, sobre todo en el campo. Más de 220.000 víctimas se reconocen oficialmente, pero el daño es aún más grande.

Si 220.000 personas muertas es mucho, peor es el daño moral que vive Colombia por culpa de la violencia. El narcotráfico y el paramilitiarismo son consecuencia de esta guerra civil que parece terminar a partir de los diálogos de paz que se celebran hoy en La Habana. El daño moral consiste, principalmente, en que la gente quiere ganarse la plata fácil.

Volviendo al proceso de paz, estos diálogos, impulsados como promesa de campaña del actual presidente Santos, comenzaron en septiembre del 2012. Más de dos años después, los diálogos continúan. ¿Se alcanzará la paz en el país vecino?

La paz en Colombia nos interesa mucho: en primer lugar, en Ecuador hay ya más de 160.000 colombianos con estado de refugio/asilo. Según cálculos de Migración, en nuestro país pueden residir, regular o irregularmente, al menos medio millón de hermanas y hermanos colombianos.

Desafortunadamente, las provincias limítrofes con Colombia sufren problemas sociales, especialmente de acciones violentas, ya sea del ejército colombiano, de la guerrilla, de las bandas paramilitares o de la delincuencia común. La frontera Norte es zona de conflicto, y el Gobierno nacional tiene que intervenir con presencia militar, que genera altos costos económicos y sociales.

En otro sentido, Colombia es un socio comercial de gran importancia para Ecuador. La paz fronteriza es requisito indispensable para que continúen los convenios comerciales firmados por los gobiernos de ambos países. La valoración del dólar en estos últimos meses evidencia este intercambio comercial –legal e ilegal– que se convierte en el modo de vida para muchísimas familias de las dos naciones.

¿Habrá paz en Colombia? Las elecciones del domingo pasado fueron un respaldo al proceso de paz impulsado por el presidente Santos y una estrepitosa derrota para Álvaro Uribe, quien considera que la única salida es la acción armada del ejército colombiano para que extermine la guerrilla.

Para las personas expertas en el tema, el proceso de paz va por buen camino: ya se está abordando el tema más delicado, el jurídico –frente a tantos muertos, tiene que haber culpables y deben ser sancionados por la justicia–. Frente a los diálogos de paz, la opinión pública colombiana está dividida: la mitad de ella cree en el proceso de paz, y la otra mitad considera que la guerra es la única solución posible.

Estando en caída el populismo de Uribe y en alza las intenciones de paz defendidas por Santos, tendremos que esperar al menos medio año más. Los diálogos de La Habana continúan en un ambiente positivo, y todo indica que, luego de más de 68 años de sangre, reine por fin la paz en el país hermano. El rol de la Iglesia colombiana ha sido importante en este acercamiento entre las partes. Ahora más que nunca, Colombia necesita la paz. Y Ecuador, su vecino y hermano, espera que la paz llegue, que sea firme y duradera, y dé fin a tanta violencia. Dios quiera que así sea.

Imagen: www/radio.uchile.cl

  1. 29/10/2015

    El articulo relata una realidad que como colombianos vivimos, desde que nací (30 años), mi país ha estado en guerra. No importa si es liberal o conservador, derecha o izquierda, lo importante es que haya paz.

  2. 29/10/2015

    Buena visión de la situación social en Colombia y objetiva visión de posibles soluciones

  3. 31/10/2015

    Aunque no soy experta en el tema, es una explicacion clara y sencilla de la realidad que vivimos, pues quiero creer
    mas y llenarme de esperanza. Buen articulo.

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