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Este 2020, recordar a nuestros seres queridos tiene un significado diferente, porque la pandemia a nivel de nuestro país y del mundo, transformo muchas vidas.

Como llega Ecuador a esta fecha especial del día de difuntos, la característica es totalmente diferente a la de años anteriores. El mes de noviembre de este año 2020 que está por finalizar, tiene otros rasgos y está marcada por la pandemia del coronavirus que deja dolor y a la vez mucha esperanza, que todo pasará.

Conversamos con el P. Néstor Iván Bedoya, de la Sociedad de San Pablo, y enfatiza que se «llega con mucho dolor al día de todos los fieles difuntos, la pandemia cambio la vida entera del mundo. En este día recordamos a todos nuestros seres queridos que se murieron, sino fue por el coronavirus se murieron por otros motivos y por otras enfermedades, por lo que es el momento para recordar y hacer memoria de ellos y darle gracias a Dios por la vida de ellos».

En cada una de las poblaciones de nuestro país, el 2 de noviembre tiene trascendencia propia, las costumbres recogen diversas particularidades y tradiciones. Las familias recuerdan a sus seres queridos con nostalgia y pesar, se medita en la muerte, en sus misterios y en la finalización de la vida material.

La mayoría de cementerios con los que cuenta el país no abrirán sus puertas para evitar el incremento de contagios. Ante ello, el padre Bedoya destaca que se debe recordar a los seres queridos. «Desde el principio de la fe, recordarles con todo amor ya que están más vivos que nunca, ellos son los que nos impulsan a ponernos todos los días de pie, a luchar por sus valores, sus principios de vida, de justicia, de Dios en otras palabras, que dejaron sembrando en nuestro corazón».

Miles de familias de nuestro país que perdieron a sus seres queridos producto de la pandemia, llevan el duelo de diversas formas. Para el padre Bedoya, la mejora manera de cubrir este duelo es «honrar la memoria y la mejora manera de honrarlos es multiplicar lo que nos enseñaron en nuestra vida, con son: la honestidad y sentido de pertenencia por el otro, especialmente por el que más sufre, ahí estaremos honrando a nuestros seres queridos, que yo sé que muchos de ellos nos dejaron la fe en Dios, representada haciendo efecto en la caridad, en la compasión por el otro como nos recuerda el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti y decirle al querido pueblo ecuatoriano que sus seres queridos no están muertos, ellos viven y viven de una manera diferente más perfecta que la vida mía y la de .ustedes, ellos están vivos y es motivo de alegría».

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