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Los diversos proyectos que se ejecutan desde Cáritas Ecuador, y que llegan a diversas jurisdicciones eclesiásticas del país, tiene como legado el Desarrollo Humano Integral y Solidario de la persona, los mismos que están encaminados a fortalecer las capacidades de las comunidades. Gracias a las manos generosas de nuestros donantes recurrentes que creen en la acción social de Cáritas es posible que desde Cáritas Nacional se gestionen tres microproyectos con fondos propios, fondos que han sido recaudados mediante las campañas realizadas en 2021 y los aportes de nuestros donantes quienes mensualmente donan desde 5 dólares.

Es así que, tres Cáritas diocesanas serán las encargadas de llevar adelante y desarrollar en cada uno de sus territorios las actividades planteadas. Las jurisdicciones que llevarán adelante la gestión de los tres microproyectos son: Loja, Riobamba y Puyo. El aporte total para las tres iniciativas suman un total de $30.000 dólares. 

Cada uno los microproyectos han entrado en su primera fase de ejecución desde el mes de julio, cada uno de ellos contribuyen a mejorar la realidad de las comunidades en unos casos y en otros a mejorar la calidad de vida de las familias, donde se desarrollan los programas sociales.

Los microproyectos son:

  • En Cáritas Riobamba con su microproyecto “Educación, reciclaje para el cuidado de la Casa Común”, busca contribuir con una educación ambiental con los jóvenes becados y familias vulnerables que acompaña Cáritas, a través del reciclaje y elaboración de compostaje para el manejo adecuado de residuos orgánicos y el deseo de apoyar a la Casa Común.

Valeria Alcocer, técnica de Cáritas Riobamba, quien acompaña en la ejecución del microproyecto, enfatiza que desde hace varios años se realiza un extenso trabajo de evangelización, desarrollo humano integral y solidario y el acompañamiento a jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad en la provincia de Chimborazo.

“Para ejecutar el microproyecto, se tomó en cuenta a jóvenes y familias que reciben un kit de alimentos por parte de Cáritas y que tengan la capacidad de reciclar en sus hogares, separando el material orgánico. Lo que se pretende es que los beneficiarios se sensibilicen y creen una conciencia ambiental con el reciclaje. A través de este proyecto pretendemos que los jóvenes y familias recolecten los residuos orgánicos que producen en sus hogares y que serán canjeados al final de mes por un kit de alimentos”.

Esta metodología de intercambio de dar y recibir, está creando una conciencia ambiental y a su vez contribuye al cuidado de la Casa Común, mediante la recolección de los desechos orgánicos, los mismos que entran en un proceso de degradación y el resultado final es un abono orgánico.

Es importante mencionar, “que, para elaborar el abono orgánico, Cáritas Riobamba realizó una alianza estratégica con el Instituto Carlos Cisneros y el departamento de Mecanización Agrícola, los mismos que fabricarán una trituradora de desechos, lo que ayudará a reducir el proceso de fermentación y de maduración del compostaje o abono orgánico”, manifiesta Valeria.

La primera fase de ejecución del microproyecto implica la formación en temas como: formas de reciclaje, los usos y beneficios, que podemos hacer con el reciclado, que es un compos y para qué sirve.

Al finalizar, Valeria menciona que hay acogida por parte de la población beneficiaria del microproyecto, de recibir los talleres de formación respecto al cuidado de la Casa Común.

  • En Cáritas Loja, se ejecuta el microproyecto: “Iniciativas productivas como estrategia para fortalecer y complementar el crecimiento personal y familiar de las niñas de la casa de acogida Dorotea Carrión”.

Yanira Ramírez, técnica de Cáritas Loja, destaca que el objetivo del microproyecto es contribuir al desarrollo personal de las niñas de la casa de acogida “Dorotea Carrión”, brindar e implementar estrategias que les permitan la promoción humana de las niñas a través de las iniciativas productivas con el objetivo de mejorar las relaciones personales y sociales de las niñas.

La primera fase del micro proyecto arrancó con talleres de formación, los mismos han superado las expectativas, asegura Yanira, quien agrega que se contó con la participación activa del personal de la casa de acogida, estuvieron presentes las 19 niñas beneficiarias, formadores e invitados especiales. Se realizaron varias actividades de esparcimiento haciendo alusión al cuidado de la Casa Común. A más de usar el juego para el aprendizaje, además se organizó un ciclo paseo, hubo coreografías y música.

Las 19 niñas provienen de distintos lugares de la provincia de Loja, quienes por diferentes situaciones de violencia permanecen al cuidado y protección de las Hermanas Dominicas de la Enseñanza de la Inmaculada Concepción.  Las hermanitas las acompañan, les brindan educación y un hogar libre de violencia.

“En cada actividad, que se desarrolla en la casa de acogida, se intenta estimular la integración y el desarrollo de destrezas para facilitar la inserción de las niñas en la sociedad, una vez que cumplan su periodo de acogida”, enfatiza Yanira.

  • En Cáritas Puyo se desarrolla el microproyecto “Seguridad Alimenticia con procesos de acompañamiento en educación familiar contra la violencia de niños, niñas y mujeres de las comunidades indígenas, donde se generen acciones como la implementación de huertos familiares”.

La Hna. Carmen Llerena, coordinadora de Cáritas Puyo y responsable de ejecutar el microproyecto destaca que, el objetivo es desarrollar procesos de capacitación y acompañamiento a 100 familias que forman parte de la pastoral de la mujer y que son comunidades indígenas, en temas referentes a la seguridad alimentaria, desnutrición infantil, emprendimientos, educación familiar, violencia de género sobre todo en niños, niñas y mujeres.

Las mujeres en el Puyo empezaron su taller de manualidades

El proyecto está dirigido a familias de las comunidades indígenas con bajos niveles de educación, alimentación, desnutrición y de escasos recursos económicos que están ubicados en diferentes sectores que acompaña Cáritas Puyo. Los beneficiarios son de diferentes grupos: Proyecto Encuentro, Chuwitayo, 10 de Agosto, Palora, Barrio Santo Domingo y Barrio Mariscal.

La primera fase del microproyecto se encuentra en marcha, señala Carmen, se inició con la socialización del mismo, organización del cronograma de actividades para los procesos de formación, adecuación de los espacios para los huertos y la siembra de los productos vegetales. Hay una gran acogida e interés por parte de las mujeres y los grupos que están participando del mismo, desde el momento de la socialización del microproyecto, las mujeres han demostrado compromiso  y motivación por cada una de las actividades programadas como: los huertos familiares, talleres de economía, emprendimiento, manualidades, bisutería, corte y costura.

Tienen la expectativa de que el proyecto les ayude a mejorar el ambiente familiar se reduzca la violencia en sus hogares con sus hijos, a elevar su auto estima, empoderamiento en el aspecto económico y comunitario, finaliza Carmen.

Los microproyectos finalizarán en el mes de diciembre de este año.

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